miércoles, 23 de mayo de 2012

QUIÉN LO INVENTO (COMPONENTE CIENTÍFICO)


EL PRIMER MOTOR DE LA HISTORIA EN EL SIGLO I, UN INVENTO QUE SE ADELANTÓ 1700 AÑOS A SU ÉPOCA



Jueves, 30 de julio de 2009

Aunque las maquinas propulsadas con motores de vapor y los motores mismos no llegan hasta el S XVIII, y son estos motores los que dan origen a la primera revolución industrial catapultando nuestra civilización a caminos y velocidades hasta entonces inimaginables; el primer motor de vapor de la historia nació mucho antes, para ser, por desgracia, olvidado poco después.
El padre de la criatura fue Herón, un ingeniero griego afincado en la entonces Alejandría (Egipto) que vivió entre el los años 10 a 70 de nuestro calendario, y la criatura no es otra que la Eolípila cuyo nombre está formado por las palabras latinas "aeoli" y "pila" que traducido a nuestro español sería algo así como “balón de Eolo” en honor al dios del viento.






La eolípila está considerada como el ingenio precursor de la turbina de vapor, el artilugio, como se intuye en el dibujo inferior consiste en un tanque cerrado de agua calentado con fuego y que comunica mediante dos tubos con una bola o balón de metal hueco; estos tubos entran por los laterales del balón sirviéndole de eje rotacional y salen al exterior del balón en caras opuestas del mismo formando un ángulo de 90º con el eje; la terminación de los tubos es en dos codos de sentido inverso, de manera que cuando uno de ellos mira hacia un punto, el otro lo hace hacia otro punto opuesto. Cuando calentamos el tanque de agua y entra en ebullición, el vapor de agua asciende por los tubos hasta el balón y sale al exterior a través de las terminaciones acodadas produciendo el movimiento rotacional de la esfera en virtud de la fuerza reactiva del vapor.






Si la invención de un motor térmico 17 siglos antes de que la comunidad científica supiese qué hacer con él os parece poco, aún hay que valorar que este señor tuvo que intuir las “leyes de acción y reacción” de Newton y que no fueron promulgadas hasta el S. XVII.

Una pena que tras todo este meritorio esfuerzo, nadie supo qué hacer con el ingenio y quedase reducido a una curiosidad y a un juguete... quién sabe dónde estriamos ahora si la revolución industrial hubiese comenzado hace 21 siglos en vez de hace 3.

Como remate a esta entrada, decir, que este hombre, aparte de ser el padre de esta curiosidad mecánica/histórica es también el padre de otros inventos que nos hacen la vida más fácil, como el odómetro y el descubridor de un buen puñado de formas matemáticas y físicas.





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